Le planteamos a Natalia Blanc, periodista cultural de La Nación, una situación hipotética: aparece un mecenas ideal, afín desde todo punto de vista (político, ideológico, económico, etcétera), y te ofrece financiar un proyecto cultural que tengas en mente. ¿Qué proyecto sería? ¿Qué características tendría? ¿Cómo lo realizarías? Esto nos contestó:
Me gustaría crear una biblioteca infantil de consulta y préstamos gratuitos, que funcione como un centro de estudios para dar charlas, lecturas, talleres, capacitaciones a docentes y mediadores de lectura y hasta clases de apoyo escolar gratis. Para chicos desde la cuna al secundario que se comprometan con el proyecto donando, por ejemplo, libros y juguetes en buen estado para compartir con los demás. Para arrancar, le pediría al mecenas que nos financie la compra de miles de libros para chicos de todas las épocas y nos pague los sueldos de los catalogadores y bibliotecarios. También, que nos compre una sede grande, cómoda, bien conectada con subtes y colectivos, repleta de bibliotecas de madera del suelo al techo y espacios libres y luminosos para organizar las salas de lectura y las actividades. Sueño con una biblioteca infantil como La Nube, de Pablo Medina, pero gratuita y volcada al estudio y difusión de LIJ. Allí se podrían organizar ferias de libros y de editores independientes. Y de libros de autor, de venta directa al público. Y podría ser sede de festivales de literatura como el Filbita u otro que inventemos desde ahí.